Libro Tarot de Mantegna

Cada carta es un peldaño en la escala del ser, una nota en la sinfonía de la existencia que, para desplegarse, necesita ser afinada en su frecuencia justa. El Tarot de Mantegna no admite atajos mentales: su sencillez aparente abre abismos de profundidad. No es un tarot para leer con la mente, ni analizar. Su potencia simbólica atraviesa la razón y activa en nosotros algo más antiguo, algo que se percibe y reconoce.

Ese algo es lo que yo llamo el foco primario del origen, la chispa que nos conecta con la Prima Causa.

Cada carta desde el Misero hasta la Prima Causa es un espejo de la evolución y el cambio, una llave para reconectarnos con ese origen.

Mantegna encarna la profundidad inconcebible del número a través de la música cuando se vuelve experiencia viva. Por eso este tarot no se estudia: Se camina, se baila. Se sube como una escalera de estrellas.

Con el Tarot de Mantegna descubrí, por primera vez, el arte del tarot. No era un lenguaje de imágenes que representan conceptos, sino un sistema vibracional donde cada carta es la llave a una frecuencia. No se trata de entender, sino de sintonizar. Desde esa comprensión nació mi forma de leer, transmitir y más adelante, mi propio tarot de Arcanos basados en la naturaleza: no como símbolos estáticos, sino como pulsaciones vivas que atraviesan la materia.

Este libro es mi forma de acompañarte en ese ascenso.

No trabajo con arquetipos.
No uso el alma como excusa.
Y no me interesa leer desde la herida, sino desde la vibración.

Sé que sería más fácil encajar si lo hiciera.
Sé que muchos encuentran consuelo en las etiquetas, en los cajones simbólicos, en el dolor con nombre bonito.
Pero a mí no me sale.

No odio los límites: odio que me los impongan.
Los límites están para ser cruzados, no para acomodarse dentro de ellos.
Y encasillar un símbolo es un error de base:
porque lo simbólico no está para definirse,
sino para desbordarse.

El símbolo vive, muta, responde.
Y nosotros, como humanos, damos de sí hasta donde damos.
Pero el símbolo siempre da más.
Por eso no lo aprieto, no lo encierro, no lo bajo a mi nivel: yo me elevo al suyo.

Este libro no está escrito para simplificar.
Está escrito para abrir.
No quiero que te reconozcas en las cartas.
Quiero que te trasciendas leyéndolas.

El libro Tarot de Mantegna por dentro

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